"Servid a Jehová como habéis dicho..." - La Procrastinación
LBDF: "UN PUEBLO ESCOGIDO, UN SACERDOCIO REAL - NOVENA PARTE"
Santa Cruz; jueves, 25 de septiembre de 1980
Párrafo 11:
"servid a Jehová como habéis dicho"... Y este es el secreto del poder. "porque si estuviereis en Mi y en mis palabras estuvieren en vosotros, toda oración será contestada". Hermano servid a Jehová como habéis dicho"; este es el secreto del poder. Porque el Señor dijo: "cuando a Dios hicieres promesas no tardes en cumplirlas, porque ese es el secreto del poder, de la comunión con Dios."
Tenemos un tip para restaurar el Altar de la Comunión, cumplir las promesas que se hace a Dios nuestro Señor.
Eclesiastes 5:4-5
4 Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes.
5 Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas.
La procrastinación es un hábito común entre las personas, que consiste en postergar o posponer tareas o responsabilidades importantes. Muchas veces, la procrastinación surge de la falta de motivación, el miedo al fracaso o a la responsabilidad, o simplemente de la falta de organización y planificación.
Sin embargo, cuando se trata de nuestras relaciones con Dios, la procrastinación puede tomar una forma aún más perjudicial. Es fácil caer en la tentación de postergar la oración, la lectura de la Biblia, la lectura del Mensaje, la asistencia a la iglesia o el cumplimiento de otras responsabilidades espirituales en favor de otras actividades que parecen más urgentes o atractivas en ese momento.
Marcos 14:38 "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil."
Es importante recordar que nuestra relación con Dios es una de las cosas más importantes en nuestras vidas, y no deberíamos tratarla como una tarea que podemos postergar o posponer. En la Biblia, se nos llama a buscar a Dios nuestro Señor con todo nuestro corazón y a ponerlo en primer lugar en nuestras vidas.
Lucas 10:27 "Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo."
Si procrastinamos en nuestras relaciones con Dios, corremos el riesgo de alejarnos de Él y perdernos en nuestras vidas diarias ocupadas. En lugar de eso, deberíamos hacer de nuestras relaciones con Dios una prioridad y establecer hábitos regulares de oración, lectura de la Biblia y el Mensaje. Además, debemos ser conscientes de la tentación de posponer nuestras responsabilidades espirituales y hacer un esfuerzo consciente para priorizar nuestras relaciones con Dios en nuestras vidas diarias.
En resumen, la procrastinación en nuestras relaciones con Dios es una tentación común, pero debemos ser conscientes de ella y hacer un esfuerzo consciente para poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas. Al hacerlo, podemos cultivar una relación más profunda y significativa con Él y experimentar la verdadera paz y satisfacción que sólo Él puede ofrecer.
MISTERIO
Santa Cruz, 9 de noviembre de 2010
Párrafo 16-31:
Ese lastre lo van botando y el globo se va alivianando y ascendiendo. Bueno, también nosotros para entrar al mundo espiritual, nuestra maleta, el maletero, que se llama Conciencia, está lleno, completamente lleno el maletero de Promesas no cumplidas.
Le prometemos a Dios, venimos al altar –Señor, yo te voy a servir y decimos tanta cosa, impulsados por la Unción, que el Espíritu presiona al alma para que hable, porque es llamado a vivir esa vida.
Entonces, viene al altar, llora, grita, ¡TE alabo Señor!, te voy a servir, voy a dejar esto, voy a dejar aquello, lo otro, lo de más aquí, lo de más allá.
Pero una vez que pasa la Unción, viene la Reflexión. [...]
Pero una vez que pasa la Unción, comienza la reflexión y dicen: Bueno… pero…y es que…a lo mejor… tal vez…puede ser…
¡Bue!. La reflexión, y se queda en la conciencia ese peso, no se bota porque es un lastre.
Si se pudiera botar, rápido ascendería el globo. En la conciencia hermanos entonces, se llena de… está llena esa maleta de Promesas no cumplidas, de propósitos, que se quedaron en propósitos, nada más ahí… y no avanzaron.[...]
Hay que ir desprendiéndose de esas cosas que aplastan, no dejan que el globo aerostático (que es nuestro Espíritu) ascienda hacia el mundo espiritual, hasta ser tomados de la mano del Señor.
Una vez que usted es tomado de la mano del Señor, tiene todos los problemas resueltos, porque de ahí es la fortaleza de Él.
Entonces las Promesas no cumplidas, avanza un tiempito pero después viene, y … ¡Bueno!, una vez más …no creo que me haga daño.
Y lo hace una vez más… y el globo no sube y se va, y chocará con la carne y va a ser un desastre.
Esto es en cuanto a atracciones, atracciones sentimentales, atracciones del mundo, atracciones de vicios, atracciones de celos, de sentimientos, de cosas así; que uno promete no volver sobre ello, pero… pero ¡Es que mire pues!, ¡Me obliga a volver!.
Nadie le obliga a volver, es que no ha echado ese lastre a un lado; si lo hubiera echado no hay manera de volver a recogerlo, porque ya el globo subió.
Comentarios
Publicar un comentario