Egotismo: El Gran Obstáculo para la Comunión con Dios
El egotismo, entendido como la excesiva exaltación del "yo" (ego) por encima de todo, es uno de los mayores impedimentos para el crecimiento espiritual y la verdadera comunión con Dios. Aunque en el plano humano puede presentarse como simple vanidad o amor propio desmedido, en el plano espiritual divino adquiere un matiz mucho más profundo: se convierte en la raíz de la separación entre el hombre y su Creador.
¿Qué es el egotismo espiritual?
No se trata únicamente de pensar demasiado en uno mismo, sino de vivir centrado en el propio ego, creyendo que la voluntad personal, los deseos y las emociones son el centro del universo. En la dimensión espiritual, este egotismo se manifiesta cuando el creyente coloca su opinión, sus planes y sus criterios por encima de la dirección del quién dice es su Dios. Es una actitud que dice: "Mi voluntad primero, y luego la de Dios".
MISTERIO
Santa Cruz, 6 de noviembre del 2011
1. "Cuando la conciencia se libera de su identificación con la formas físicas y las formas mentales, se vuelve lo que podemos llamar conciencia pura o Iluminada."
27. La conciencia dominada por la mente, les hace sentir que lo pueden hacer mejor que los que estamos aquí, que los que dirigimos, que los que mandamos, los que hacen las Primeras Partes - Mire los coros que cantan, mire los himnos que canta, ¡Yo lo haría mucho mejor! - y en la mente egotista está siendo siempre el más perfecto, pero usted lo ve en la vida real, y es una carga, un motivo de amargura.
28. Entonces hay algunos y ojalá, otra vez sean todos los que estamos aquí, que estamos ordenados, pre ordenados a ser liberados de este dominio de la mente, que es una mente egotista porque el ego es el que domina, el ego es el que manda.Y la característica de ellos es que "Siempre tienen razón" todo lo han hecho correctamente y "Tienen razón"
29. Esa es la Etiqueta que se le pone a aquellos que están dominados por la mente. "Siempre tienen razón", se le cruza aquí: "El siempre tiene razón" y usted sabe que esa gente está dominada por la mente, esa mente que lo mantiene siendo un motivo de problema, de tristeza, de malestar, para aquellos que quieren servir a Dios.
32. Por el silencio que hay aquí, hay varios, "yo pues... ¿no?... a mí no me molesten...que voy a ser igual que este... ¡uhm!... ¿Para qué? Bueno, esa es la mente dominada por el ego, se convierten en mentes egotistas, y el egotismo va a la conciencia, no a la conciencia media, ni espiritual, sino a la conciencia. Pero la conciencia de egotismo, dominada por la mente vive o en el pasado, o en el futuro.
35. Cuando el ego domina la mente hermanos, no lo hace para elevarnos, no lo hace para que usted sea más perfecto, superior, más digno, ¡no! Lo hace para rebajarse, para humillarlo, para avergonzarlo, para hacerlo indigno.
39. Ahora si usted no se libera del dominio de la mente a tiempo, será destruido por ella.Porque como digo siempre hermanos; usted sabe, cuando empieza rodar, pero donde va a ir a parar...no sabe nadie.
77. La Mente dominada por el ego, la mente egotista se parece a un barco, un barco que se está hundiendo, que si no lo abandona se va a hundir con él.
78. La mente dominada por el Ego, se convierte en un barco que se va hundiendo. Si usted no lo abandona, porque lo quiere mucho, porque tiene muchos intereses allí, se va a hundir con él, se va acabar con él.
Lucas 9 (NTV)
23 Entonces dijo a la multitud: Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su propia manera de vivir, tomar su cruz cada día y seguirme.24 Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás, pero si entregas tu vida por mi causa, la salvarás.
El egotismo frente a la voluntad de Dios
El egotismo produce autosuficiencia, una falsa sensación de independencia que nos aleja de la dependencia divina. Cuando el ego se convierte en el “dios” interior, las oraciones dejan de ser comunión para transformarse en exigencias; el servicio a Dios, deja de ser adoración para convertirse en autopromoción; la fe se distorsiona, porque ya no se confía en Dios sino en la propia capacidad.
El egotismo produce autosuficiencia, una falsa sensación de independencia que nos aleja de la dependencia divina. Cuando el ego se convierte en el “dios” interior, las oraciones dejan de ser comunión para transformarse en exigencias; el servicio a Dios, deja de ser adoración para convertirse en autopromoción; la fe se distorsiona, porque ya no se confía en Dios sino en la propia capacidad.
Isaías 55 (NTV)8 Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse.
Consecuencias del egotismo en la vida espiritual
- Falta de humildad: El egotista espiritual cree que todo gira en torno a su ministerio, su talento o sus logros.
- Sequedad en la oración: El ego interrumpe la comunión, porque busca imponer en vez de escuchar.
- Alejamiento del propósito de Dios: En lugar de buscar la gloria de Dios, busca reconocimiento personal.
- Conflictos en la iglesia y el servicio: El egotismo genera división, porque donde el ego reina, el amor se aleja (muere).
Cómo vencer el egotismo ante Dios
- La única manera de derrotar el egotismo es a través de la oración, el quebrantamiento y la transformación en la renovación de nuestra mente.
- Rendir la voluntad en oración, diciendo:
- Lucas 22:42: "Sin embargo, quiero que se haga tu voluntad, no la mía."
- Gálatas 2:20: "Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí."
Y desde "La Alforja De Pensamientos Eternos"
- El egotismo es la sombra que nubla la luz de nuestra alma y nos aleja del verdadero encuentro con Dios.
- El egotismo espiritual disfrazado de fe es un espejismo que nos impide experimentar la verdadera transformación interior, para dar paso a la imagen del verdadero Yo.
- El egotismo espiritual es la prisión invisible donde el alma queda atrapada, cegada por la ilusión del yo, mientras la esencia divina permanece distante y silenciosa. Solo al trascender este velo podemos caminar hacia la luz que verdaderamente libera y transforma.
- La verdadera transformación espiritual, es el acto valiente de despojarse del ego, de abandonar las máscaras que impiden el encuentro genuino con nuestro Dios, que nos redime y nos hace uno.
- Cuando el egotismo nos seduce con la ilusión del control y la auto-suficiencia, olvidamos que nuestro espíritu solo puede crecer en la entrega humilde y la rendición ante el misterio infinito de Dios, que es su Palabra.
Difundiendo La Verdad - La Alforja De Pensamientos Eternos
Nelson Quiñones López

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