Jinete



LA BATALLA DE LOS SIGLOS - DÉCIMA PRIMERA PARTE 
Corumbá - Brasil, Martes 15 de mayo de 1979
P. 29: Pero adelante del gran grupo, así separado como un general, iba un jinete con su caballo blanco que le llamó la atención a Juan, y lo describe él y dice: "Yo vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco"... y el que lo montaba fue el que le llamó la atención, porque tenía un montón de características diferentes al resto (eso es muy importante para nuestra vida).
P. 33: Ahora, este Jinete en su caballo Blanco, se llamaba a sí mismo: "Fiel y Verdadero".
P. 47: Pero cuando el Gran Luchador, el Jinete del caballo blanco, se metió allí, El, con la espada (que vamos a ver de dónde sale), lo rasgó de alto a bajo; porque el guadañazo vino del cielo.
P. 49: Entonces, este Jinete va y se lanza a la batalla. Mire sus características personales: "Sus ojos eran como llama de fuego", o sea nada quedaba oculto ante su mirada. ¿Qué es lo que resiste el fuego?.
P. 51: ¡Oh, si Señor! Y éste Jinete tenía los ojos como llama de fuego, porque estaba escrito que El discernía los pensamientos y las intenciones del corazón y alcanzaba al alma y aun los tuétanos de los huesos; ante su mirada nada se ocultaba, así era el Jinete.
P. 53: Ese jinete era un Jinete bien grande. Dice que "Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas" (y ésta es la primera cosa que quizá va a despertar nuestra admiración).
P. 61: Y éste nuestro jinete maravilloso está allí, con muchas diademas sobre su cabeza, ¡Oh, aleluya!.
P. 73: Luego dice: "Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS"... Fíjese aquí, hermano, hay tres nombres. En Apocalipsis 11, se llama: Fiel y Verdadero; en el 12: "tenía un nombre que ninguno conocía sino él mismo"; tres, el verso 13: "y su nombre es: EL VERBO DE DIOS"... El mismo Jinete tenía tres nombres, ejercía tres diferentes ministerios. Y aquí, cuando llegamos al verso 13: "EL es EL VERBO DE DIOS", ¿Qué?, la Acción y Movimiento de la Palabra profética.
P. 76: Y Yo puedo volcarme en los espacios, retrogradándome dos mil años atrás, sacudir al anciano Juan, deportado, echado en la isla de Patmos, abandonado como un malhechor allá en la isla de Patmos: "Juan, ¿qué ves?" "Veo un Jinete montado en un caballo blanco, tiene tres nombres, pero el nombre real de El es: EL VERBO DE DIOS"... ¿Quién es Este?, el mismo de Juan capítulo 1: "En el principio era el Verbo, el Verbo era con Dios, pero el Verbo era Dios"... Ese es el que venía montado en el caballo blanco. En Juan capítulo 1: "Estaba con Dios y era Dios"... Dios había venido en la unción del Espíritu a poner en acción cada palabra.
P. 78: "Y le seguía una gran multitud"... ¡Bendito Dios! Y cada uno de los jinetes que le seguían a prudente distancia, estaban montados también en caballos blancos, o sea en el mismo y exacto poder, en la misma y exacta unción. Y si el que iba delante era Dios viviendo, los que venían tras El venían montados en el mismo poder, en la misma exacta unción.
P. 101: Ese ejército no son ovejas, son jinetes con caballos blancos que van rodeando al diablo.

CRISTO EN SIETE CONSTELACIONES - DÉCIMA CUARTA PARTE 
Santa Cruz, Domingo 11 de junio de 1978
P. 152: Entonces, hermanos, después de la cena de bodas, empiezan a suceder cosas, y tengo aquí. Después de la cena de bodas, hay un jinete que viene en un caballo blanco, este jinete que viene en un caballo blanco, no es que, vaya montado en un caballo por el cielo, chucu, chucu, chucu, chucu, recorriendo el cielo así como un caballo con alas, ¡no, no! caballo es poder, y blanco es santo. Entonces viene un Hombre lleno de un poder santo, ¿eh? Escuche esto, sucede después de las bodas, después del banquete de bodas, después de haber sido llamados, después viene éste.
P. 167: Bueno, entonces dice: Después de la cena de las bodas, después de las bodas y de las cena de la bodas, viene el jinete en el caballo blanco, viene ese Hombre con ese Poder Santo del Cielo, y con él un montón; pero cuando él esté en acción, habrá una unión entre la Bestia y el Estado. Y usted sabe bien, ya que ha leído "Las siete edades de la iglesia", quién es la bestia, se unirá la Bestia con el Estado, o sea, tomará el Poder Político de las naciones. Cuando él venga sucederá eso. Ahora, yo creo que usted sí lo está mirando.
P. 178: O sea, que cuando éste sea atado en cadenas de circunstancia, todo lo que diga por la boca de quien lo diga, no hará efecto en ninguno de sus seguidores, no tendrá partidarios. Los que son se quedarán al lado de Él, me refiero al lado del que monta, el jinete que monta el caballo blanco; no serán movidos, ¡nadie los arrebatará!, se quedarán con Él, ¡amén!, estarán a su lado, permanecerán con Él, ¿me capta eso? Será de esa manera.



Desarrollado por: Nelson Quiñones L.


Entradas populares de este blog

Restaurar los Altares

Huellas en la Arena

El Herrero (extractado)