Cristo y Su Iglesia



LA BATALLA DE LOS SIGLOS - NOVENA PARTE 
Corumbá - Brasil, Domingo 13 de mayo de 1979
P. 108: Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, por esto dejará el hombre a su marido, a su esposa, a su hijo, a su padre, a su madre; por esto dejará toda relación humana, todo vínculo humano, por esto lo dejará, ¿Por qué?, por Cristo y Su Iglesia.
P. 109: Yo lo digo por eso, ¿Eh?, Yo lo digo por Cristo y Su Iglesia. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, por esto dejará la mujer a su padre y a su madre, por esto, ¿Por qué?, por esto: por Cristo y Su Iglesia. Oh, quiero que lo vea tal como es.
P. 110: Habrán muchas iglesias, iglesia de allí, iglesia de acá, iglesia de por allí, hermano; pero lo que habrá que será... por esto dejará a su padre y a su madre, ¿Por qué?, por Cristo y Su Iglesia.
P. 111: Allí estarán los que han roto con todo vínculo y se han identificado Uno con El, ¿Están aquí en esta noche?, ¿Están aquí esos?... ¡Oh!, Yo quisiera creer que sí, que están aquí, en esta noche, aquellos que han roto con todo vínculo humano, con toda atracción humana, ¡Con todo!, ¡Con todo!, y se han roto, separado, cortado ligaduras por Cristo y Su Iglesia, ¡Sí, Amén!, ¡Amén y amén!.
P. 112: Y Yo puedo decir, hermano, mire: Algo se me viene a la memoria en ésta hora, que no lo tengo en apunte: por eso mis hijos carnales romperán con su padre, porque no será su padre, sino por Cristo y Su Iglesia.
P. 114: Así que, padre humano, madre humana: ¡Cristo y Su Iglesia!, ¡Amén!.
P. 115: Hermanos carnales, hermanas carnales, padre, madre carnal: si tú no dejas todo eso y reconoces a Cristo y Su Iglesia... ¿Me está captando la profundidad de ello?... Hay que romper con todo lazo humano, y lo que quede allí, es Cristo y Su Iglesia.
P. 116: Cuando tú aceptas a Cristo y Su Iglesia, entonces eres Uno con El, ¡Amén y amén!, ¡Oh, gloria a Dios!... Un montón ha quedado con la mente en blanco y mirándome con atadura, pero no me puedo detener, tengo apuntes que no me quisiera detener.
P. 117: Hermano, ahora ¿Ve usted?, esa es la cosa, no identificados humanamente, sino identificados con Cristo y con Su Iglesia. Así que todo lo que tú haces, es por Cristo y Su Iglesia, ¡Amén!.
P. 119: Tenemos que romper con ello. "Así que: Pastor, Usted me está diciendo que yo me tengo que divorciar de mi mujer, que tengo que renunciar a mi papá, que tengo que ser insolente con mi mamá"... ¡Nunca tal haya!, ¡Jamás tal haya!, ¡No!, ¡No, no estoy diciendo nada de eso!, lo que estoy diciendo es que tú tienes que reconocer que lo primero en tu vida es Cristo y Su Iglesia.
P. 121: Lo que Yo estoy hablando, es de Cristo y Su Iglesia. El hijo le obedezca al padre, la madre y el padre tengan a sus hijos en sujeción y temor del Señor, no siendo provocadores de la ira de ellos, ¡Claro que sí!, todo eso.
P. 122: Pero eso no tiene nada que ver en ésta hora, no es ese mi mensaje en ésta hora, eso es lo mismo que dice Pablo. No, Yo estoy hablando de Cristo y Su Iglesia.
P. 123: Así que tú tienes que mirarme con Cristo y Su Iglesia, y tu alma, y tu mente, y tu pensamiento, y tu corazón, y tu fe y tu todo, y tu revelación, tienen que estar en Cristo y Su Iglesia. ¡Identifícate con El, sé Uno con El!.

CRISTO EN SIETE CONSTELACIONES - SEGUNDA PARTE 
Santa Cruz, Domingo 14 de mayo de 1978
P. 68: Esto es exactamente lo que acontece con Cristo y Su Iglesia, puesto que nosotros procuraremos un encuentro con Él, y en su Palabra Él dice: "Allegaos a mí, yo me allegaré a vosotros". O sea que el encuentro es en base al movimiento de uno al otro, pero en sentido inverso. Nosotros vamos de Occidente a Oriente, y Él viene de Oriente a Occidente, ¿se da cuenta? Es exactamente igual a lo que acontece con el Sistema de la Constelación Solar.

HIJO DE HOMBRE - SÉPTIMA PARTE 
Santa Cruz, Domingo 7 de mayo de 1978
P. 99: Ahora, entonces volvamos a este principio. Si eso es con los hombres, "y yo no les estoy hablando a los matrimonios. Dice Efesios 5; sino, estoy hablando de Cristo y Su Iglesia". ¿Qué será de la Iglesia Infiel a su Señor?
P. 124: Si el Señor fue allí, vio a su Amada Jerusalén; que se fue con los amantes hasta que le dio la gana, y después que los amantes la abandonaron y que quedó enferma y contagiada; "ven, que yo te limpiaré, ven, que yo te dignificaré; y ven, que yo siempre te he amado, y sabrás que mi amor es invariable". ¡Bendito Dios! ¿Cómo puedo amar a una mujer tan baja? Hasta que llegué a Palabra viva, entendí el principio escritural. Porque, yo hablo de Cristo y Su Iglesia, dice la Biblia, ¡loado el Nombre del Señor! Ahora, ¿usted ve?
P. 127: Y para entender eso yo tuve que llegar a Palabra; si no hubiese llegado a Hombre-Palabra, nunca lo hubiera entendido. Porque Yo lo digo de Cristo y Su Iglesia, dice Él, ¡amén!, ¿capta eso?
P. 128: Ahora hermanos, "¿por qué es que el Pastor siempre nos ataca a nosotras las mujeres?". No, no ataco a las mujeres, porque usted hermanita, usted no es nada de eso; usted es mi hermana, usted no es nada de eso. No hay ninguna de mis hermanas que sea coqueta o fácil; no hay ninguna de mis hermanas que sea una mujer liviana, ¡no, no! Usted ama a su señor por sobre todas las cosas, ¡amén!, entonces no. Está hablando de Cristo y Su Iglesia. Dice Él.

LOS PRIVILEGIOS DE SER PREDESTINADOS - DÉCIMA SÉPTIMA PARTE 
Santa Cruz, Domingo 15 de agosto de 1999
P. 35: Sino de Cristo y Su Iglesia, porque lo material es la sombra de lo espiritual, y Dios dijo: Tengo que encontrar esposa para mi hijo. - Señor Dios, si tú has prosperado el camino de mi Señor Abraham. Hay tres hombres ahí, ¿No?, o ¿No?

REUNION DE FIN DE AÑO 1993 - SÉPTIMA PARTE 
Santa Cruz, Sábado 1 de enero de 1994
P. 47: Y Pablo lo dice magistralmente: Yo lo digo por Cristo y Su Iglesia, y es allí donde yo quiero llegar, porque ésta iglesia es una iglesia que supuestamente ha perdido su libre albedrío, ha perdido su facultad de elección, y es una iglesia Predestinada que no puede, ni quiere hacer otra cosa que lo que aquel que lo Predestinó quiere, y llegar al ideal de Dios que ustedes y nosotros seamos una cosa, que tengamos la misma palabra, la misma mentalidad, que seamos uno solo.



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